Francisco Pizarro, (Nacido en el año 1475 en Trujillo, Extremadura, Reino de Castilla [Actual España] -. Murió el 26 de junio de 1541, Lima [ahora en el Perú]), conquistador español del imperio Inca y fundador de la ciudad de Lima.
Contenidos
Primeros años de vida de Pizarro…
Pizarro era el hijo ilegítimo del capitán Gonzalo Pizarro y Francisca González, una joven pareja de origen humilde. Pasó gran parte de su vida temprana en el hogar de sus abuelos. Según la leyenda que fue durante un tiempo un criador de cerdos, una posibilidad poco probable ya que no se trataba de una ocupación común de los niños en esa región. Sin duda, él participó en las guerras señoriales locales y, cuando éstas se acabaron, muy probablemente fue a luchar en Italia. Ciertamente, en 1502 se trasladó a La Española (hoy Haití y República Dominicana) con el nuevo gobernador de la colonia española…
Pizarro tenía poca inclinación hacia la vida sedentaria del colonizador, y en 1510 se inscribió en una expedición del explorador Alonso de Ojeda a Urabá en Colombia. Parece que se forjo como un hombre duro, silencioso y al parecer poco ambicioso en el que se podía confiar en situaciones difíciles. Tres años más tarde, en calidad de capitán, participó en una expedición dirigida por el explorador Vasco Núñez de Balboa que se le atribuye el descubrimiento europeo del Pacífico. De 1519 a 1523 fue alcalde y magistrado de la ciudad recién fundada de Panamá, acumular una pequeña fortuna.
El descubrimiento y la conquista de Perú
No fue hasta 1523, cuando tenía unos 48 años de edad, que Pizarro se embarcó en la aventura que debía conducir en los libros de historia. En asociación con un soldado, Diego de Almagro, y un sacerdote, Hernando de Luque, hizo los preparativos para un viaje de descubrimiento y la conquista por la costa oeste de América del Sur. Muchas fueron las dificultades se tubieron que soportaron a lo largo de la costa de Colombia durante la primera (1524-1525) y segunda (1526-28) expedición. Bartolomé Ruiz, quien se unió a Pizarro y Almagro para este último, navegó por delante y cruzó el ecuador, encontrándose con una balsa de comercio llevando telas bordadas y metales preciosos de Perú. Volvió y dirigió la expedición hasta el sur de Ecuador. Pizarro y otros se quedaron en las islas costeras, mientras que Almagro fue enviado de vuelta a Panamá en busca de refuerzos. El nuevo gobernador de Panamá, sin embargo, enviado de vuelta órdenes de que la expedición se abandonó con el fin de que no se perderán más vidas. En este punto Pizarro tiene fama de haber trazado una línea en el suelo con su espada, invitando a los que deseaban la riqueza y la gloria de cruzarlo. Los «famoso trece» que cruzaron la línea continuaron su exploración de la costa, la obtención de cuentas distintas de un gran imperio indio, así como muchos artefactos incas. La bautizaron la nueva tierra Perú.
El gobernador de Panamá aún se seguia oponiendo al descubrimiento por lo que los exploradores decidieron que Pizarro deberia ir a España para pedir al Emperador Carlos V (Carlos I de España) el permiso para emprender la conquista. En la primavera de 1528, Pizarro estaba en Sevilla al mismo tiempo que Hernán Cortés, conquistador de México, y fue capaz de ganar Carlos a su proyecto. Fue condecorado, concedido un escudo de armas, y, en julio de 1529, gobernador y capitán general de la provincia de Castilla la Nueva hecha por una distancia de 600 millas (965 kilómetros) al sur de Panamá a lo largo de la costa recién descubierta. A Pizarro le fue otorgada toda la autoridad y las prerrogativas de un virrey, y Almagro y Lucas fueron dejados en posiciones subordinadas. Todos los «famosos trece» recibió los derechos y privilegios sustanciales en los nuevos territorios.
Acompañado por cuatro de sus hermanos, Pizarro se embarcó para Panamá en enero de 1530 y en enero del año siguiente estaba listo para zarpar hacia el Perú. Zarpó con una sola nave, 180 hombres y 37 caballos, que se unió más tarde por dos naves más. Para abril se habían puesto en contacto con emisarios de Atahualpa, emperador de los incas, que residía cerca de la ciudad de Cajamarca con un ejército de unos 30.000 hombres. Un tanto desdeñosa de la pequeña fuerza de Pizarro, el Inca aceptó una propuesta de que los dos líderes se reúnen en esa ciudad.
Al llegar el 15 de noviembre, Pizarro posiciono de inmediato su artillería y envió a su hermano y otro español para solicitar una entrevista. Después de un día de tensa espera, Atahualpa, entró en la gran plaza de Cajamarca con una escolta de entre 3.000 y 4.000 hombres. Pizarro envió a un sacerdote, Vicente de Valverde, para exhortar al Inca a aceptar el cristianismo y Carlos V como su maestro. Atahualpa discute tanto la religión y la soberanía de los españoles y, después de examinar una Biblia ofrecido por el sacerdote, arrojó el libro al suelo. Valverde informó estos hechos a Pizarro, quien de inmediato ordenó un ataque. Los incas asombrados fueron abordados desde todos los lados, el propio Pizarro atrapo a Atahualpa y lo retubo como rehen.
Durante su cautiverio, nunca pudo lograr su puesta en libertad, a pesar de haber cumplido la promesa para llenar completamente una cámara con oro y plata. Acusado de ordenar la ejecución de su hermano Huáscar, un rival por el título de Inca, y de conspirar para derrocar a los españoles, Atahualpa fue ejecutado por estrangulación el 29 de agosto de 1533. Con la noticia de la muerte de Atahualpa, los ejércitos incas que rodean Cajamarca se retiró, y Pizarro avanzaba hacia el Cuzco, la capital real, que fue ocupada sin lucha en noviembre de 1533. los españoles declaró Manco Cápac, hermano Huáscar, como Inca.
Ultimos días de Francisco Pizarro
Para el resto de su vida, Pizarro se dedica a consolidar el dominio español en el Perú y en la defensa de los suyos y parte del botín de sus hermanos. Una cierta enemistad y rivalidad se desarrolló entre él y Almagro, como resultado de los poderes primordiales de Pizarro desde el rey de España. Esto contraviene un acuerdo solemne entre el original de tres socios que el botín de la expedición debe ser compartida por igual. Almagro en una etapa tomó Cuzco, pero fue persuadido por Pizarro para partir hacia Chile, sobre el que no se había concedido amplios poderes por el rey. Decepcionado por la pobreza de ese país, sin embargo, regresó a Perú, donde fue hecho prisionero y posteriormente ejecutado por el Hernando de Pizarro.
Francisco Pizarro, por su parte, se encontraba en Lima, una ciudad que había fundado en 1535 y al que dedicó los últimos dos años de su vida. antiguos partidarios de Almagro se habían agrupado en torno al hijo de Almagro en Lima, donde fueron confinados y vigilados. Sospechar que iban a ser eliminadas, decidieron dar el primer paso, atacar el palacio de Pizarro el 26 de junio de 1541. Pizarro murió ese día una muerte prolongada, dibujando una cruz de su propia sangre en el suelo, lo besa, y llorando «Jesús» mientras caía.