La caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos el martes 29 de mayo de 1453 (de acuerdo con el calendario juliano) fue un hecho histórico que, en la periodización clásica, y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente.
Consecuencias de la caida de constantinopla
De esta manera, las naciones europeas iniciaron proyectos para el establecimiento de rutas comerciales alternativas. Portugueses y castellanos aprovecharon su posición geográfica junto al océano Atlántico para tratar de llegar a la India por mar. Los portugueses trataron de llegar a Asia circunnavegando África, intento que culminó con el viaje de Vasco da Gama entre 1497-1498. En cuanto a Castilla, los Reyes Católicos financiaron la expedición del navegante Cristóbal Colón, quien veía una posibilidad de llegar a Asia por el oeste, a través del Océano Atlántico, intento que culminó en 1492 con el Descubrimiento de América, dando inicio al proceso de exploración y colonización del Nuevo Mundo. Los dos países, otrora con influencia relativa en el escenario político europeo, ocupados como habían estado en la Reconquista, se convirtieron en el siglo XVI en las naciones más poderosas del mundo, creando según Immanuel Wallerstein, el sistema moderno mundial.
Además, en el terreno de lo político, la conquista de Constantinopla generó una única entidad administrativa para un territorio completamente otomano. Esto creó un imperio central de una fortaleza a la cual Europa, dividida, no podía presentar respuesta.17 Asimismo, dejó en claro la precariedad de los métodos de guerra europeos frente al avance de los turcos. La gran diferencia se dio en el uso de la artillería, debido al manejo de la pólvora que los turcos adquirieron.