Siempre se ha reparado la leyenda negra como una cuestión del pasado. Un altercado historiográfico en el que, aún dramaturgos forasteros, remaban a favor de que la fábula y los dignatarios castellanos fueran analizados, simplemente, de fase objetiva y bienhablada. Lo contrario sería pedir a la historiografía que impusiera una divisa rosa. Hoy, resulta inobjetable que no es un pleito entre normativos, sino poco actual, relacionado con la apariencia en la que el globo interactúa y ve a España.
Libros sobre la leyenda negra española